Y me doy cuenta, como todos los años, como todas las personas al finalizar el año, de las cosas, de los sentimientos, de las personas que he perdido y que he ganado y en realidad como siempre han sido mas personas que creí apreciar que se han ido. Me harto de pensar en todas esas cosas, por que cuando siento perder, recibo y cuando me siento segura caigo, caigo hasta volver a abrir heridas que creí viejas y perdidas en capas nuevas de piel; benditas capas que me rodean, una más débil que la otra.
Ya no sé, no sé nada, ni intento ya saber. O al menos de mi, pues prefiero buscar otras cosas en que pensar que en mi misma. Cuando en un tiempo era lo único en lo que quería poder pensar unos instantes; ¡en mi! Y es que así somos los humanos, nunca conformes con lo que podemos o tenemos.
Lo peor es que ahora ya no hay donde rasgar, no hay donde hundirse, no hay de que sonreír, no hay ni disgustos que pelear.
Sigo viviendo al día, pero aun en ceros. Quisiera tomar riesgos pero no hay momentos difíciles; quisiera insultar, pero no hay agravios; quisiera reír, pero no hay alegrías; quisiera llorar, pero no hay tristezas. Permitirme, a este punto, hacer todas esas cosas sin ningún motivo, simplemente ya no funcionara.
Y pensado en que si, o que no, y en todas esas cosas de los años que se nos van y en los que nos esperan, pensé en mi gran recuento de fin de año, bueno, en el de Diciembre del 2005. Las cosas siempre cambian y cuesta trabajo aceptarlo. He llegado a pensar en que me equivoco al decir que todo es efímero. Pero el tiempo siegue avanzado y cada año vivo mucho mas cosas que el anterior y me siento hastiada de los mismos problemas que resuelvo y se vuelven a presentar. Hace unos días le dije a la *Pecas, que me sentía tan vieja siendo tan joven, recordamos la película “Fried Green Tomatoes” ya después solo reímos un rato.
Siento muchas cosas y admito sin miedo de ser juzgada, que me da vergüenza escribirlas. Aun siego siendo celosa de mis pensamientos y es algo que espero cambiar. Pero a pesar de todo nunca he pensado, ni si quiera de juego cerrar este blog, ya casi tres años de el. Quien imaginaria y todo gracias a David.
En fin, mientras ha sido bueno este año meticheando en letras ajenas. A pesar de todo siempre deseo bendiciones para todos.
Ya no sé, no sé nada, ni intento ya saber. O al menos de mi, pues prefiero buscar otras cosas en que pensar que en mi misma. Cuando en un tiempo era lo único en lo que quería poder pensar unos instantes; ¡en mi! Y es que así somos los humanos, nunca conformes con lo que podemos o tenemos.
Lo peor es que ahora ya no hay donde rasgar, no hay donde hundirse, no hay de que sonreír, no hay ni disgustos que pelear.
Sigo viviendo al día, pero aun en ceros. Quisiera tomar riesgos pero no hay momentos difíciles; quisiera insultar, pero no hay agravios; quisiera reír, pero no hay alegrías; quisiera llorar, pero no hay tristezas. Permitirme, a este punto, hacer todas esas cosas sin ningún motivo, simplemente ya no funcionara.
Y pensado en que si, o que no, y en todas esas cosas de los años que se nos van y en los que nos esperan, pensé en mi gran recuento de fin de año, bueno, en el de Diciembre del 2005. Las cosas siempre cambian y cuesta trabajo aceptarlo. He llegado a pensar en que me equivoco al decir que todo es efímero. Pero el tiempo siegue avanzado y cada año vivo mucho mas cosas que el anterior y me siento hastiada de los mismos problemas que resuelvo y se vuelven a presentar. Hace unos días le dije a la *Pecas, que me sentía tan vieja siendo tan joven, recordamos la película “Fried Green Tomatoes” ya después solo reímos un rato.
Siento muchas cosas y admito sin miedo de ser juzgada, que me da vergüenza escribirlas. Aun siego siendo celosa de mis pensamientos y es algo que espero cambiar. Pero a pesar de todo nunca he pensado, ni si quiera de juego cerrar este blog, ya casi tres años de el. Quien imaginaria y todo gracias a David.
En fin, mientras ha sido bueno este año meticheando en letras ajenas. A pesar de todo siempre deseo bendiciones para todos.
Feliz Año.