Escribir acerca de lo que solo yo entiendo, por que no hay mejor cosa que perderse en un mundo de letras infinitas, que no acaban que comienzan una y otra vez.
El sonido que hace una cuchara revolviendo en una taza, ya sea té de manzanilla o ese negro con mango que venden en una de mis cafeterías favoritas, tal vez chocolate con leche fría, y luego sin dejarlo a atrás un buen café, uno de grano de hoya, uno oaxaqueño en verano que hace que te sientas muy bien contigo mismo.
Acariciar a los gatos, por que los gatos son más salvajes que caseros, mas despiertos en instintos, mas cariños cuando les place, mas desleales por que no les deben la vida a nadie.
De repente vestirme con una prenda de color verde, cualquier verde pero verde, por que el verde siempre es vida, siempre es natural, siempre es ningún tono ni gris ni opaco, ni amarillo ni brillante, solo verde.
Mi ipod con música de mi agrado, por que luego hay ipods ajenos a los que no les encuentro mucho sentido de ser ipods. Música que me recuerda cosas, que me alegra un poco el día o me distraer al menos.
Mi cámara en mis manos y poder ver todo a través de una fotografía, tal vez en sepia o en tonalidades azules, rojas, solo en blanco y negro o los colores todos vivos y que no parezca ni mas bello ni mas horrible que la realidad que trato de reflejar.
Escuchar a uno de mis amigos, a los que les puedo decir amigos aun que pasen los años o las décadas, ese amigo al que de cariño le llamo chipochepo y lo miro con ganas de abrazarlo cada vez que viene hacia a mi o nos tomamos en algún lugar, escucharlo tocar alguno de sus múltiples instrumentos de viento y verlo cerrar los ojos y oírlo recitar su alma en tonos que solo Dios comprende.
Acariciarle el cabello a quien se deje y decirle al oído, te quiero por que si, por que me nace quererte. Abrazar sin un motivo, por que no debe de haber motivos para abrazar. El vino revuelto con refresco y sentirlo tibio y a la vez fresco en mis labios, dormir cada que puedo, por que dormir es un placer solo de vivos, pues los muertos no duermen, pues están así, solo muertos.
Comer chinise food, por que siempre llena y siempre se sienten los sabores revueltos de cada cosa y no me preocupo por que no hay razón de mirar feo la comida cuando a uno no le gusta.
Conducir mi automóvil, conducirlo todo el día si se puede, pero siempre con un destino, por que vagar en auto así no me agrada tanto.
Y mis perforaciones, porque son únicas y ya son parte de mi, por que nadie las nota y yo me siento feliz por tenerlas aunque no hay razón mucha para ello.
Hacerle piojito a mi hermano, cuando después de enfadarme se acuesta siempre a un lado de mi para enfadarme mas.
Ver la lluvia y las nubes, sentirlas aunque no las pueda sentir. Igual que a ti...
El sonido que hace una cuchara revolviendo en una taza, ya sea té de manzanilla o ese negro con mango que venden en una de mis cafeterías favoritas, tal vez chocolate con leche fría, y luego sin dejarlo a atrás un buen café, uno de grano de hoya, uno oaxaqueño en verano que hace que te sientas muy bien contigo mismo.
Acariciar a los gatos, por que los gatos son más salvajes que caseros, mas despiertos en instintos, mas cariños cuando les place, mas desleales por que no les deben la vida a nadie.
De repente vestirme con una prenda de color verde, cualquier verde pero verde, por que el verde siempre es vida, siempre es natural, siempre es ningún tono ni gris ni opaco, ni amarillo ni brillante, solo verde.
Mi ipod con música de mi agrado, por que luego hay ipods ajenos a los que no les encuentro mucho sentido de ser ipods. Música que me recuerda cosas, que me alegra un poco el día o me distraer al menos.
Mi cámara en mis manos y poder ver todo a través de una fotografía, tal vez en sepia o en tonalidades azules, rojas, solo en blanco y negro o los colores todos vivos y que no parezca ni mas bello ni mas horrible que la realidad que trato de reflejar.
Escuchar a uno de mis amigos, a los que les puedo decir amigos aun que pasen los años o las décadas, ese amigo al que de cariño le llamo chipochepo y lo miro con ganas de abrazarlo cada vez que viene hacia a mi o nos tomamos en algún lugar, escucharlo tocar alguno de sus múltiples instrumentos de viento y verlo cerrar los ojos y oírlo recitar su alma en tonos que solo Dios comprende.
Acariciarle el cabello a quien se deje y decirle al oído, te quiero por que si, por que me nace quererte. Abrazar sin un motivo, por que no debe de haber motivos para abrazar. El vino revuelto con refresco y sentirlo tibio y a la vez fresco en mis labios, dormir cada que puedo, por que dormir es un placer solo de vivos, pues los muertos no duermen, pues están así, solo muertos.
Comer chinise food, por que siempre llena y siempre se sienten los sabores revueltos de cada cosa y no me preocupo por que no hay razón de mirar feo la comida cuando a uno no le gusta.
Conducir mi automóvil, conducirlo todo el día si se puede, pero siempre con un destino, por que vagar en auto así no me agrada tanto.
Y mis perforaciones, porque son únicas y ya son parte de mi, por que nadie las nota y yo me siento feliz por tenerlas aunque no hay razón mucha para ello.
Hacerle piojito a mi hermano, cuando después de enfadarme se acuesta siempre a un lado de mi para enfadarme mas.
Ver la lluvia y las nubes, sentirlas aunque no las pueda sentir. Igual que a ti...