lunes, 19 de mayo de 2008

comentarios anexos

Hace un par de semanas un amigo me dijo que un sueño es algo que imaginas e idealizas y nunca se hace verdad, pero una meta es un hecho que haces que se cumpla.
Hace unos días él, un amiga y yo hicimos una lista de cosas que haremos antes de que mi amiga cumpla veinte años, bueno el plazo para cumplirlas es su fecha de cumpleaños y me agrada tanto la idea de hacer junto con personas con las que me agrada pasar el tiempo, todas esas cosas que uno siempre dice que va a hacer pero no hace.
Ayer mi hermano regreso de Los Mochis, esta igual y no sentí extrañarlo.
Ha estado haciendo mucho calor, no tenia ganas de escribir.

sábado, 10 de mayo de 2008

por el 10 de mayo

A pesar de que mi blog es un tanto personal, nunca hablo de otras personas que no sea yo misma, la razón es muy sencilla, no me da la gana y punto. Solo que ahora como mi mamá esta de vacaciones y me trae de chofer para todos lados decidí hablar un poco de ella.
No soy de la chicas que adoran a su mamá de manera compulsiva, las ponen en un pedestal y las idolatran hasta el ultimo de sus días, claro amo a mi madre y agradezco que siempre este al pendiente de mi aunque trabaje 12/6 pero desde hace mucho tiempo yo me di cuenta de una cosa muy importante, mis padres como tal, son personas, humanos y por lo tanto comenten errores y sus juicios no son perfectos. De ahí me agarro muchas veces para no sentirme cuando me reprenden o me doy autoridad para reprenderlos yo. Pero en fin, si algo me agrada de mi madre es su capacidad de administrar el dinero, aun no tengo ni la menor idea de como le hace, pero siempre tiene lo necesario para TODO y hasta para mas, espero sea un don inexplicable que se herede.
Hace algunos años empecé a notar que mi madre tiene una manía, no se si sea rara o sea de esas cosas que "las mamas hacen", pero no veo que tengan fin. Hoy recordé la fascinación por las tuppers de mi madre por que ella un tiempo parecía que los coleccionaba, la casa estaba inundada de ellos inclusive si miran la mesa de mi cocina notaran algunos con contenidos muy variados. Pero no solo han sido los tuppers que me han puesto a veces sobre aviso, si no que también un tiempo fueron las tazas, sí, ¡tazas! Colores, estilos, de temporada (navidad, primavera, etc.) ella las tiene y no había vez que entráramos a una tienda departamental que no saliera con al menos dos.
Otra de sus manías fue comprar monos de peluche, de lo que viera y le llenara el ojo, ella lo tenía que tener, hay decenas de peluches guardados en alguno lado, siempre decía que los compraba para mí o mi hermano pero es evidente que fueron para ella. Y ahora lo más reciente de las manías de mi madre son los imanes para el refrigerar, entre otras cosas como aretes, ropa, zapatos y joyas, aunque los últimos los miro muy normal para una mujer.
Apenas ayer platicando con ella me confesó que le gusta comprar cosas, que la hace sentir bien y que es algo que disfruta mucho, llegue a la conclusión que por ello escoge algo determinado y se abastece de ello hasta que encuentre que mas poder comprar en grandes cantidades y de diferentes maneras. No le miro nada de malo, solo se me hace muy curioso.
Si he de confesar es que ya tengo una manía por comprar ciertos artículos, si adivinan cuales, les cuento con lujo de detalle.
Mientras solo se que mi madre siempre se me ha hecho muy particular por ello y otras cosas, por eso la amo.

viernes, 2 de mayo de 2008

por que sí

De que algún tiempo atrás, no tan atrás, algunos meses tal vez pues es que tampoco me había puesto a pensar en ello, hasta una noche que leí por ahí delirios, que percibí como mi regalada gana me dejo hacerlo, que me falta tanto por comprender, conocer y vivir. Empirismo llámalo si quieres.
Me faltan tantos libros que despojar de alma, me faltan tantas palabras que robarle al ósculo de la razón. Sentir esas emociones de las que las personas nunca hablan pues no saben describir en palabra austeras.
Y vivir, sobre todo vivir, no vivir la infidelidad, ni la desdicha, ni la tristeza, ni la soledad por que ya todas ellas las he vivido, si no vivir minutos sin sentido que no pasan mas que en raras ocasiones en el tiempo que dicen podemos vivir.
Por que no quiero pertenecer a un lugar y hacerme aseda, plantarme y hablar metafóricamente de mis raíces bien aferradas a un espacio que digo mío sin que lo sea, por que así le llaman, ¡aferrarse!. Aferrase a las casas que llaman hogares, a las comidas que llaman bendiciones pues muchos no tienen alimento y al techo que cubre el hermoso cielo que casi nunca nos detenemos a observar sin tratar de comprender, sin tratar de hacernos preguntas que no podemos responder, por que hay ciertas cosas que al hombre no le atañe saber.
Y mirar el océano que tengo tan cerca, mirarlo desde lejos, en mi memoria. Y saber en cierta manera que es extrañar por que de tantos sentimientos inventados, extrañar es el que menos entiendo.
Otra vez estoy teniendo esos dejavus existenciales... como friega a veces tanto pensar.