Pensé que por haber superado las épocas decembrinas y todo el alboroto que causan, dejaría pasar la reflexión obligada de fin de año; sin embargo me di cuenta que es siempre necesario, creo que sólo por mi manera de superar o dejar pasar las circunstancias de mi vida, tanto como las positivas, como las negativas; pero también más que nada, por el aprecio que le tengo a mi pequeño mundo privado que es este blog, me sentí un poco de obligación del dichoso post de cierre del circulo vicioso de 365 días.
Y qué no decir de este año que se nos ha acabado. Es muy clásico expresar que “pasó de todo”, pero así fue, sobre todo que realmente para mí fue muy rápido el trascurso del mismo.
Dentro de las cosas mas detestadas fue la sequia de letras de mi parte, deje pasar muchas cosas, me guarde mucho y por egoísta nada mas, pero supongo que necesite hartarme de mi misma para poder expresarme como lo deseaba y espero al menos que en los últimos post se haya notado el cambio. Y aunque fuese impalpable, considero que realmente evolucione este año, las introspecciones fueron constantes y muchas veces dolorosas, por que al conocerme, al saber lo que realmente desceba, me di cuenta que muchas personas no necesitaba, ni muchos sentimientos que se fueron junto con ellas. Me aferre durante estos ya casi veinte años a una cantidad ridícula de necesidades que realmente no me favorecían en nada, en verano me deshice de todo eso, para poder seguir con mi vida en una nueva ciudad, necesitaba disfrutar mis cambios como yo lo deseaba, sin tener que cargar una bolsa enorme de basura.
Eso por un lado, pero dentro de las cosas rescatables este año, volví a conocer y/o aprendí a hacerlo, a todas esas personas que si importan, aprendí a conocer a mis padres, mucho mas de lo que los conocía, no como padres si no como seres individuales, pensantes e igual de erráticos que yo. Reafirme a los amigos que se quedaron cuando yo no lo pedí pero necesitaba, al final quedaron pocos, pero siempre se dice que los amigos se pueden contar sólo con los dedos de una mano y sobran, aunque volvamos con los clichés mal dichos, así pasa por eso supongo lo son. También reaccione en muchos sentidos acerca de lo que hacía y con quien, fue de los mas destacado y beneficioso para mi. Claro sin omitir el haberme mudado a Tijuana para estudiar Filosofía, que también ha sido lo más excitante y ambicioso que he experimentado.
Sé que todo lo importante se ha quedado plasmado aquí, aunque a nadie realmente le importe más, que a mi. Perdí muchas cosas este año, pero ninguna lamentable, en cambio gane demasiadas experiencias buenas, sobre todo personas que poco a poco se han ganado un lugar y aprecio.
He conseguido conocerme, retarme, evaluarme y ha sido en su mayoría un triunfo existir, sí, aunque suene exagerado, es bueno permitirse ser así un día.
Hay agradecimientos, tantos que me desespera pensarlos. No deseo felices fiestas ni nada parecido, sólo deseo que las circunstancias y situaciones sean de provecho en la vida de todos.
Y qué no decir de este año que se nos ha acabado. Es muy clásico expresar que “pasó de todo”, pero así fue, sobre todo que realmente para mí fue muy rápido el trascurso del mismo.
Dentro de las cosas mas detestadas fue la sequia de letras de mi parte, deje pasar muchas cosas, me guarde mucho y por egoísta nada mas, pero supongo que necesite hartarme de mi misma para poder expresarme como lo deseaba y espero al menos que en los últimos post se haya notado el cambio. Y aunque fuese impalpable, considero que realmente evolucione este año, las introspecciones fueron constantes y muchas veces dolorosas, por que al conocerme, al saber lo que realmente desceba, me di cuenta que muchas personas no necesitaba, ni muchos sentimientos que se fueron junto con ellas. Me aferre durante estos ya casi veinte años a una cantidad ridícula de necesidades que realmente no me favorecían en nada, en verano me deshice de todo eso, para poder seguir con mi vida en una nueva ciudad, necesitaba disfrutar mis cambios como yo lo deseaba, sin tener que cargar una bolsa enorme de basura.
Eso por un lado, pero dentro de las cosas rescatables este año, volví a conocer y/o aprendí a hacerlo, a todas esas personas que si importan, aprendí a conocer a mis padres, mucho mas de lo que los conocía, no como padres si no como seres individuales, pensantes e igual de erráticos que yo. Reafirme a los amigos que se quedaron cuando yo no lo pedí pero necesitaba, al final quedaron pocos, pero siempre se dice que los amigos se pueden contar sólo con los dedos de una mano y sobran, aunque volvamos con los clichés mal dichos, así pasa por eso supongo lo son. También reaccione en muchos sentidos acerca de lo que hacía y con quien, fue de los mas destacado y beneficioso para mi. Claro sin omitir el haberme mudado a Tijuana para estudiar Filosofía, que también ha sido lo más excitante y ambicioso que he experimentado.
Sé que todo lo importante se ha quedado plasmado aquí, aunque a nadie realmente le importe más, que a mi. Perdí muchas cosas este año, pero ninguna lamentable, en cambio gane demasiadas experiencias buenas, sobre todo personas que poco a poco se han ganado un lugar y aprecio.
He conseguido conocerme, retarme, evaluarme y ha sido en su mayoría un triunfo existir, sí, aunque suene exagerado, es bueno permitirse ser así un día.
Hay agradecimientos, tantos que me desespera pensarlos. No deseo felices fiestas ni nada parecido, sólo deseo que las circunstancias y situaciones sean de provecho en la vida de todos.