lunes, 29 de diciembre de 2008

fin de año.

Pensé que por haber superado las épocas decembrinas y todo el alboroto que causan, dejaría pasar la reflexión obligada de fin de año; sin embargo me di cuenta que es siempre necesario, creo que sólo por mi manera de superar o dejar pasar las circunstancias de mi vida, tanto como las positivas, como las negativas; pero también más que nada, por el aprecio que le tengo a mi pequeño mundo privado que es este blog, me sentí un poco de obligación del dichoso post de cierre del circulo vicioso de 365 días.
Y qué no decir de este año que se nos ha acabado. Es muy clásico expresar que “pasó de todo”, pero así fue, sobre todo que realmente para mí fue muy rápido el trascurso del mismo.
Dentro de las cosas mas detestadas fue la sequia de letras de mi parte, deje pasar muchas cosas, me guarde mucho y por egoísta nada mas, pero supongo que necesite hartarme de mi misma para poder expresarme como lo deseaba y espero al menos que en los últimos post se haya notado el cambio. Y aunque fuese impalpable, considero que realmente evolucione este año, las introspecciones fueron constantes y muchas veces dolorosas, por que al conocerme, al saber lo que realmente desceba, me di cuenta que muchas personas no necesitaba, ni muchos sentimientos que se fueron junto con ellas. Me aferre durante estos ya casi veinte años a una cantidad ridícula de necesidades que realmente no me favorecían en nada, en verano me deshice de todo eso, para poder seguir con mi vida en una nueva ciudad, necesitaba disfrutar mis cambios como yo lo deseaba, sin tener que cargar una bolsa enorme de basura.
Eso por un lado, pero dentro de las cosas rescatables este año, volví a conocer y/o aprendí a hacerlo, a todas esas personas que si importan, aprendí a conocer a mis padres, mucho mas de lo que los conocía, no como padres si no como seres individuales, pensantes e igual de erráticos que yo. Reafirme a los amigos que se quedaron cuando yo no lo pedí pero necesitaba, al final quedaron pocos, pero siempre se dice que los amigos se pueden contar sólo con los dedos de una mano y sobran, aunque volvamos con los clichés mal dichos, así pasa por eso supongo lo son. También reaccione en muchos sentidos acerca de lo que hacía y con quien, fue de los mas destacado y beneficioso para mi. Claro sin omitir el haberme mudado a Tijuana para estudiar Filosofía, que también ha sido lo más excitante y ambicioso que he experimentado.
Sé que todo lo importante se ha quedado plasmado aquí, aunque a nadie realmente le importe más, que a mi. Perdí muchas cosas este año, pero ninguna lamentable, en cambio gane demasiadas experiencias buenas, sobre todo personas que poco a poco se han ganado un lugar y aprecio.
He conseguido conocerme, retarme, evaluarme y ha sido en su mayoría un triunfo existir, sí, aunque suene exagerado, es bueno permitirse ser así un día.
Hay agradecimientos, tantos que me desespera pensarlos. No deseo felices fiestas ni nada parecido, sólo deseo que las circunstancias y situaciones sean de provecho en la vida de todos.


sábado, 13 de diciembre de 2008

De nuevo es diciembre

Pero hoy no pretendo echar mi discurso de todos los años, lo patético o poético de esas fechas, hoy o tal vez para siempre, me tiene sin cuidado.
Ya salí de vacaciones, el semestre pasó rápido, más de lo que necesitaba. He pensado, yo no sé por que tanto alboroto al rehacerse, al mudarse, al cambiar. Pensé en algún momento que eso de los cambios a mi no se me daba, o no podía de alguna forma lidiar con todo eso que implica un cambio. Pero después de analizar tanto las cosas, por que obviamente he tenido mucho tiempo para hacerlo, me he dado cuenta que mis limites los he sobrepasado por mucho. En cierta forma bizarra he sido más fuerte de lo que debería, también me he descubierto un tanto metódica, critica, obsesiva y hasta tolerante para sobrellevar las cosas, aunque sigo más sincera y racional que nunca, puedo buscar alguna analogía cursi para estas situaciones, pero sinceramente la única que se me ocurre es, que ya he florecido y no puede ser más cliché por que si no mi vida estaría escrita en un best seller para mentes pequeñas.
Los cambios representan enfrentamientos, duelos internos y gasto mental industrializado para algunas personas como yo. ¡Ja! Yo y mi gran mente dijo algún patán un día. Pero he de decir que me gustan esos confrontamientos de mi ser, de lo que impongo y que trasformo hasta amoldar a lo que es conveniente, necesario, exacto, preciso o sólo agradable.
Eso de madurar día con día me agrada tanto, mi egocentrismo muchas veces me cierra, pero sigo manteniéndome intacta después de tanto empujón, tanta estupidez humana, o más bien después de mucho inepto que se me cruza por la vida. Considero de alguna forma que eso del empirismo se me va de largo muchas veces. Y me causa curiosidad que sólo cuando escribo termino resolviendo mi vida, descubro todo eso que no me atrevo a decirme. Ahora mi manera de enfrentar todos estos cambios que tome cuando los debía de tomar, de manera alegre, fuerte y estable, hoy se convierten en una especie de depresión, algo así como la que les da a las madres después del parto. Ya era hora, supongo. Necesito dejar de ser un rato yo, por más que me encante serlo. Creo es hora de que me pegue haber perdido de una manera muy estúpida a alguien que queria mucho, creo es hora que llore por que si, que deje de comer por que no tengo ganas, que me encierre una semana entera sin saber de nada ni de nadie, que no hable, que me la pase en pijamas todo el día, que odie al mundo, que tenga ojeras, que empiece a sentir todo eso que sentimos cuando sentimos y no dejamos que las emocionas de vallan.
Sin embargo este no es un escrito para recibir ánimos, felicitaciones o palabras reconfortantes. Es por que escribir para mi es mi mejor manera de expresas las cosas y punto.