lunes, 30 de noviembre de 2009

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y vi un cúmulo de gente que no estaba sola
y sentí que algo faltaba,
luego decidí ignorarlo
porque no parecía valer la pena
esos conflictos de los que se hablaba,
esas relaciones que se "poseían",
esas preocupaciones en las que se reflexionaba.
le aposte a la individualidad
a la contrariedad de disfrutarme,
de saberme, de existirme.
lo inesperado nos da bofetadas
de esas de masoquismo,
la realidad y el razonamiento
siempre se confrontan.

las canciones tuvieron contenido,
no sólo melodía.
el discurso se hizo presente
y ciertamente da miedo la ausencia,
la empatía, la apatía,
el desgaste de la sincronía obsesiva.
da pánico el desgaste, la concupiscencia,
la tardía decepción de endorfinas.

siempre hay que construir,
por que hay algo en que se ha cimentado,
la arquitectura perfecta de sentimientos
y valoraciones propias de lo seres conjuntos.

ya son 6 meses.




jueves, 5 de noviembre de 2009

mi soledad, siempre he pertenecido a ti.

Te desapareces y apareces cuando menos me apetece rebuscarle a las ideas la desgracia que ha sido no tenerte cuando lo deseo y de poseerte siempre en espíritu aunque me niegue y le rehusé a mi cognición no verte jamás, ya sea hoy o mañana.
Siempre te contemplo ausente, austero, amorfo, amado. Pero sigues aquí de alguna manera.
No necesito sentirte, no necesito el roce de materia que nunca se toca y que se traslada en la nada que solemos ser siempre.
Somos, sin embargo. Estamos, existimos. Soy el suspiro en el que divagas, eres el enlace covalente que me hace saberme, ninguno apremia la yuxtaposición de imágenes que solemos digerir para después hacernos contemplar.
La pura solemnidad nos hace existir en un tiempo en el que nunca podemos estar de acuerdo, ni por coordenada, ni por grados.
Interactuamos bajo el mismo estándar básico de palabras y señas que parecen memorizadas.
No necesitamos la reacción pura de nuestras ideas ante el misticismo exagerado de nuestros seres expuestos al sol.
Me haces falta, escrúpulo raciocinio, que tan sólo ha de ser mío. Mío, mientras puedas, mientras tu aliento no se me escape de la caricia de mi cordura. Mientras pueda atribuirte propiedad en mí. Sé conmigo mientras las células no se agoten, ni se extingan. Seamos mientras la calidad de universo no nos haga darnos asco uno al otro.
Somos un suceso que dejó de ser objeto hace lustros o más. Soy un árbol al que le encuentras mirada. No somos variables que nunca trasmutan a ecuación aunque intenten decir lo contrario. Somos lo trasmutable, la variable y la ecuación. Todo, pero juntos.
No nos hace falta dudar de nuestra existencia, nos hace falta dudar que nos faltamos.

Rzcdr ptd dr ozqz sh.