-Siempre espero o pretendo que llegue el momento adecuado, este nunca llega.
Todo llega sin embargo, en el momento adecuado, sobre todo cuando se trata de descubrir las cosas viejas y convertirlas en nuevas.
-Por qué soy impuntual: Soy impuntual porque disfruto mucho de mis caminatas hacia donde sea que tengo que llegar.
-Piensas que todo el mundo posee la verdad, es que tú eres el mundo y la vida, el momento adecuado es siempre, el momento del instante, el ahora mismo.
-Obrar sin hacer nada.
-Una y todas las cosas se distancian, la atracción no es el determinar, si no el aceptar que corresponde por naturaleza retar a la individualidad de todos los seres.
-Hablar de lo que no es, no de que es, es lo mismo.
No dejan de ponerle el cascabel al gato.
Siempre queremos llegar a algo, no hay pausa –a la producción-.
La muerte sin embargo, no es lo acabado (como la muerte del cuerpo); nos transformamos.
-Y yo que le temo al afecto, al entusiasmo de sentirse amado, correspondido, integrado en soledad. Puros absurdos, puras normas de ser. Y yo que temía acompañar las mañanas de besos y cariños, de ideas de locura. Y yo que le temía a la identidad encontrada en la desigualdad, en el amarse opuestos como imanes relajados.
-Fluir, fluir, fluir.
la palabra invoca,
la palabra siente,
la palabra soy.
Pues lo mismo es
dijo aquel,
pensar y ser.
Fluir, fluir, fluir.
la mano no se cansa,
el ojo no se ciega,
la palabra no calla.
Fluir, fluir, fluir.