Te veo al
amanecer descansado profundamente y me dan ganas de morderte en las partes más
tiernas de tu piel, me dan ganas de estrangular todo tu cuerpo con mis brazos,
hacerme una contigo. Oírte respirar me tranquiliza y cuando te siento, tu calor
me anima, siento una enorme alegría verte y besarte, el mundo rueda junto con nosotros. Y decir
que somos juntos me emociona, me sonroja, siento la capacidad de alcanzar la
validez del conjunto que somos porque incluso somos, solos , separados y la
individualidad que eres la siento mía porque te comparto mi ser yo que es tuyo.
Eres un ritual
infinito que quiero repetir siempre, eres mi lunar en medio del cuerpo y yo soy
todas tus pecas, me llenas de ti cada que tu barba me raspa la cara, cada que
hablo con ese tono de voz cursi que manipula tu estado de ánimo, somos lo que
encontramos debajo de todo el alcohol y el humo, el sudor de un día largo con
mucho ruido que disfrutamos en un solo momento, en un solo espacio, siendo.
Todos los poemas
de Jaime Sabines, todo el existencialismo de Sartre y la metamorfosis y los
cuentos tristes y la música extraviada, la cultura perdida, la herencia
callada, todo soy contigo y somos como aquello que nace de la nada.