miércoles, 21 de octubre de 2015

Tú eres el ruido.


Te veo al amanecer descansado profundamente y me dan ganas de morderte en las partes más tiernas de tu piel, me dan ganas de estrangular todo tu cuerpo con mis brazos, hacerme una contigo. Oírte respirar me tranquiliza y cuando te siento, tu calor me anima, siento una enorme alegría verte y besarte,  el mundo rueda junto con nosotros. Y decir que somos juntos me emociona, me sonroja, siento la capacidad de alcanzar la validez del conjunto que somos porque incluso somos, solos , separados y la individualidad que eres la siento mía porque te comparto mi ser yo que es tuyo.
Eres un ritual infinito que quiero repetir siempre, eres mi lunar en medio del cuerpo y yo soy todas tus pecas, me llenas de ti cada que tu barba me raspa la cara, cada que hablo con ese tono de voz cursi que manipula tu estado de ánimo, somos lo que encontramos debajo de todo el alcohol y el humo, el sudor de un día largo con mucho ruido que disfrutamos en un solo momento, en un solo espacio, siendo.

Todos los poemas de Jaime Sabines, todo el existencialismo de Sartre y la metamorfosis y los cuentos tristes y la música extraviada, la cultura perdida, la herencia callada, todo soy contigo y somos como aquello que nace de la nada.