sábado, 13 de junio de 2015

Recopilación Moleskine Negra con hojas cuadriculadas* II

* No tienen orden cronológico.

-En dónde estabas, en donde estoy ¿estamos?
Hay un estar, un devenir y si acaso se cierran las puertas, las nubes están para mostrar el camino. No daría nada por la apuesta hacia la vida, ni tres pesos, daría la misma vida porque pesa como si tuvieras que pagarla.

-Pienso a ratos en ti, a ratos cuando no tengo nada en que pensar, cuando tu cuerpo me es innecesario, a un lado dormido.
Tu cuerpo, de carne y más hueso, más tierra tu piel que no cubre del frio, del peligro de lo inferior.
Frágil todo tú y tu poca carne que no es refugio pero que se te extiende en brazos para ahorcarme.

-Ya no te pienso, ya no te siento, estás lejos. No hay tiempo ni distancia, pero estas lejos.

-No todo está dicho.
Nada es igual todos los días.
Los milagros, no existen.
Mañana no existe.
Muérase la vida.
La maldita vida de todos.
Nosotros, los dementes,
no escribimos, callamos.
La idiotez de madurar.
Menstruación ideática.
Manual para la destrucción,
la auto-destrucción.

-Si pudiera decir algo de la vida es que es buena, bueno como aquello que no preocupa y se siente como satisfacción. Como algo que hace que el corazón palpite con rapidez. Así, como el peor cliché del mundo.

-“El acto de escribir se vuelve en un acto individual y solitario.” F Lee

-¡Ya! Ya no estoy, ya no quiero, ya no soy, ya me voy. Nos obligan a existir, quien nos puede redimir, el sol se oculta, la noche es mía, tú idealizas; a mí me gusta la violencia, quiero destruir. Ya no estoy, ya no soy,  ya me voy, ya no puedo, adiós.

-Sucede lo inesperado, la circunstancia se presenta de golpe, tiro directo al riñón o como un trueno que en el cielo anuncia la tormenta. Se contrae en el pecho la sorpresa de saberse. Mírate, solo opinas, acciona o realiza. Cállate.

-Me pongo a pensar en ti, ahí en mi mente, las cosas no necesitan una solución, no hay una manera de ver las cosas diferentes a la mía, no hay una oposición; no hay nada que me diga que hay algo incorrecto. ¿Qué hago si ahí soy cómoda pero incompleta?
-Quítame lo ojos, cóseme la boca, quema mis manos, ni mirarte, ni tocarte, ni besarte.

-Allá vas caminando despacio, despacio, casi diciéndome que te alcance. Pero no eres nadie, no soy nada, mis letras se disuelven mientras las escribo.