miércoles, 4 de mayo de 2005

"No alcanzo la razón de mi confusión"

En esta corta existencia me encuentro con personas tan bellas como tú y no me explico como que es que tan rápido las empiezo a querer. No explico porque doy todo de mi aunque sé que no vale la pena. Te enseño a amar, te enseño a dar un verdadero abrazo que muestre lo que sientes, pero decides siempre alejarte con el pasado… Cada detalle inexplicable que encuentro entre los recovecos de tus recuerdos y corazón, cada "te quiero" se guarda en el silencio de mi mente confundida y los sentimientos que llegamos a compartir. Son esas las cosas que hacen que me detenga a observar lo que los otros no pueden apreciar. Me olvido del exterior. Sueño con esas alas que se despliegan al primer empujón de la brisa de mar, sueño con ese abrazo que me eleve al cielo sin decir una sola palabra y sueño con la persona que me muestre el amor. Quisiera pensar que no pido mucho, quisiera pensar que mis anhelos jamás se quedaran suspendidos en el infinito. Ahora sólo suena como un tierno suspiro, no quiero que se quede así. Al menos tú y yo queremos lo mismo, quien dice que no hay otros tantos que también lo quieren, ¿Cierto? 
Así me paso el tiempo, pensado todos esos detallitos que hacen que sonría; aun no encuentro el porque del que me agrandan tanto esas pizquitas de cielo (tus miradas, tu sonrisas, tus tiernos abrazos, tus tiernas palabras) esas carisias que ni siento en mi piel, pero que siento en mi alma…

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