Eso de que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde me parece un quote muy sobrevaluado, hace resaltar la pobreza humana en cuanto a relaciones personales, que es donde más se aplica. En realidad no miro necesaria la pérdida de alguien a quien aprecio para darme cuenta de que realmente vale la pena, tal vez sea yo una muchacha de ideas extravagantes, o sencilla dentro de mi complicación en términos sentimentales, o simplemente muchos no se preocupan por darse cuenta de quienes valen la pena a su alrededor.
No cuento el tiempo, pero ya desde lo que parece mucho, hay una persona que siempre me hace sentir bien, conmigo misma, con lo que tengo, con lo que no tengo, con cada infinita parte del universo que a veces parezco menospreciar. Es de esas personas que sólo encuentras una vez en la vida, que no dices que desearías siempre estuvieran a tu lado para no perder el encanto del tiempo que comparten juntos. Habló de Mi persona favorita, con ella comparto nimiedades y cosas que me perturban, sobre todo trato de que se sepa cuando estoy contenta con la vida. He visto tantas personas pasar por mi y que he dejado ir, pero con ella me siento diferente en todos los aspectos, como si su presencia bastara para hacerme sentir bien en cualquier momento, exploto mis sentimientos y mis pensamientos, su presencia le da un plus a todo y hace que las situaciones menos extraordinarias se vuelvan una plática amena e interesante o algo que recordare por largo tiempo.
No soy del tipo de personas que recurren a sus allegados para reconfortarse en una situación difícil, pero ésta persona siempre aparece en esos momentos cuando es necesario y no necesito que nadie más me entienda. No estamos conectados, ni las estrellas se alinearon para que fuésemos los “mejores amigos” en un tiempo exacto, en el momento preciso, en la situación correcta, sólo nos entendemos como el café y el agua caliente y no es necesaria otra cosa, ni si quiera pasar todos los días juntos, o hablarnos cada cantidad de tiempo. Me da hasta repulsión llamarla amistad, hermandad o ponerle un nombre a la relación que tengo con ella, me parece imposible ponerle titulo a algo tan importante en mi vida.
Lo que sé es que lo que más me gusta de mi persona favorita y lo que más aprecio es que no necesito decirle mucho y ella puede decírmelo todo. Lo contrario de lo que nos pasa con todas las demás personas; sin embargo me parece inapropiado hablar de alguien como si fuera una cosa maravillosa, algo mío solamente, algo que nadie más tiene o entiende, que parece que sólo yo puedo experimentar. Me desconcierta hablar de alguien tan amenamente, por que nunca pasa o dejo que pase, hoy me permití sentir aprecio y expresarlo por alguien que vale la pena, espero se entienda solamente así, sin ninguna otra connotación. Es difícil admitirme vulnerable ante una persona, pero escribo todo esto por que no quisiera perderla y saber que tuve a una maravillosa persona a mi lado y no supe valorarla lo suficiente, estas palabras quedan de evidencia aunque no haga falta.
No cuento el tiempo, pero ya desde lo que parece mucho, hay una persona que siempre me hace sentir bien, conmigo misma, con lo que tengo, con lo que no tengo, con cada infinita parte del universo que a veces parezco menospreciar. Es de esas personas que sólo encuentras una vez en la vida, que no dices que desearías siempre estuvieran a tu lado para no perder el encanto del tiempo que comparten juntos. Habló de Mi persona favorita, con ella comparto nimiedades y cosas que me perturban, sobre todo trato de que se sepa cuando estoy contenta con la vida. He visto tantas personas pasar por mi y que he dejado ir, pero con ella me siento diferente en todos los aspectos, como si su presencia bastara para hacerme sentir bien en cualquier momento, exploto mis sentimientos y mis pensamientos, su presencia le da un plus a todo y hace que las situaciones menos extraordinarias se vuelvan una plática amena e interesante o algo que recordare por largo tiempo.
No soy del tipo de personas que recurren a sus allegados para reconfortarse en una situación difícil, pero ésta persona siempre aparece en esos momentos cuando es necesario y no necesito que nadie más me entienda. No estamos conectados, ni las estrellas se alinearon para que fuésemos los “mejores amigos” en un tiempo exacto, en el momento preciso, en la situación correcta, sólo nos entendemos como el café y el agua caliente y no es necesaria otra cosa, ni si quiera pasar todos los días juntos, o hablarnos cada cantidad de tiempo. Me da hasta repulsión llamarla amistad, hermandad o ponerle un nombre a la relación que tengo con ella, me parece imposible ponerle titulo a algo tan importante en mi vida.
Lo que sé es que lo que más me gusta de mi persona favorita y lo que más aprecio es que no necesito decirle mucho y ella puede decírmelo todo. Lo contrario de lo que nos pasa con todas las demás personas; sin embargo me parece inapropiado hablar de alguien como si fuera una cosa maravillosa, algo mío solamente, algo que nadie más tiene o entiende, que parece que sólo yo puedo experimentar. Me desconcierta hablar de alguien tan amenamente, por que nunca pasa o dejo que pase, hoy me permití sentir aprecio y expresarlo por alguien que vale la pena, espero se entienda solamente así, sin ninguna otra connotación. Es difícil admitirme vulnerable ante una persona, pero escribo todo esto por que no quisiera perderla y saber que tuve a una maravillosa persona a mi lado y no supe valorarla lo suficiente, estas palabras quedan de evidencia aunque no haga falta.
C.
Cargado originalmente por xtranoise