domingo, 4 de abril de 2010

Porque siempre le escribo a la nada.


d - é l v i n o, originalmente cargada por xtranoise.

Hoy quiero escribir-te a ti.
Ya te había dedicado una vez una letra que para nosotros significa tanto, una A. sin S, y una S. sin A. Lástima que a tu nombre le falte tanto la S. o puede que yo realmente me sienta sin una A. Ves que uno de repente se siente pobre y agotado y no busca mas que refugiarse en cuestiones de otredad.
Huele a cigarro y a vino, miro tus fotografías, miro tu sonrisa y la envidio a aquellos quienes más la disfrutan. Como no disfrutar esa sonrisa, que cuando se asoma es tan verdadera y no de anuncio de pasta dental como te gusta decir.
Hoy me acusaron de falsa mi querido, y me sentí tranquila al saber que alguien aparte de ti lo mira. Te cuento así como cuando llegaste a decirme que habías descubierto las delicias de la nicotina. Yo me acuerdo muy bien la brillantez de tus ojos y el color de tu piel. Esa misma sensación presento hoy.
Y hoy abrí las cortinas de mi ventana y esto no lo digo de manera simbólica puesto que aunque fue un simbolismo que las abriera, lo hice realmente por esa misma necesidad de auto-sabotaje pues lo primero que me he dado cuenta antes de ver hacia fuera, es que mis ventanas están sucias (esto es para hacerte reír, como siempre). Aún así entra una luz esplendida que confieso hasta un poco de temor me da.
Y más bien todo este circo es porque hoy hace frio, hoy tembló, hoy tu A-usencia es inevitable. A-usencia que ni una llamada telefónica, un mensaje ambicioso, un saludo aunque placentero lleno de contrariedades y protocolos me quitara. Eso no nos va, querido.
He pensado que he tenido que aprender tanto de ti, tan inevitablemente. Ver de un solo color las cosas; no tienes una idea de cómo ahora eso me ha ayudado a revelarme contra lo policrónico y saberme más yo, no puede hacernos más falta que sabernos, querido.
Y pues nada, todo esto me parece desatinado, cuando leas y percibas que en mis palabras no hay más que desdén te dejaras de reír. No es más que por la propia ausencia que hay en mí, no confundas, querido, eso a ti no te debe de dar gracia.
Tú eres el único en mi vida.

1 comentario:

David Navarro dijo...

Qué triste, me ha hecho renegar de tu espíritu.

Espero y le valga de algo a quien se lo escribiste, si no... ¿Qué merito ha de quedar?


Saludos de cualquier forma.