viernes, 28 de mayo de 2010

Trémulo.

Eres hierba que sana, que me purifica, eres lo que se mese con el viento y lo que le arranco a la maldad, eres mi esencia y la esencia misma de mí. Te inhalo toda para que sientas lo que yo siento por ti.
Me haces sentirme y salirme de mí, haces que me vea desde afuera y sonreírme, porque el cuerpo que llamo de mi propiedad, se queda desalmado se mira flácido y titubeante. Y me rio porque no hay manera de verme mas asquerosa y hermosa. Mi cuerpo que se queda sin espíritu, se contrae como cuando se acuesta con otro cuerpo y se funde en ese abrazo que más que natural parece violento y dañino. Como cuando intentas cerrar un frasco con una tapa equivocada y lo intentas con muchas ganas hasta que queda sellado a la fuerza. Como cuando ya has quedado satisfecho y sigues ingiriendo, sigues ingiriendo.
Me haces sentirme y salirme de mí, como para que sea yo verdadera y en esa verdad me desprecie y me ame al mismo tiempo. Haces que mis ojos se dilaten y se entristezcan, se tornen rojos y lloren y duelan. Haces que mis piernas se vuelvan ligeras, que cuando camino parece que sólo floto en el pavimento. Haces que mis dolores desaparezcan con el humo de mis huesos. Haces que me sienta y que me salga de mí.
Exploto de risa y de inconsciencia y entre más inconsciente, soy mejor, me conozco y mejor veo las figuras de tu cuerpo que se enmudecen siempre al observarme.
Haces que me paralice en el ruido de la estática y que se me nuble la razón, razón que no quiero y que la prefiero más viva que yo.
Ni el vórtice, ni el insomnio, ni las canciones de los difuntos que se han muerto en mi cama. Nada cuenta y todo vale y el universo entero se extiende y se retrae.
Contigo mi lengua no está herida y comprende cada sabor que pasa por mi cavidad bucal, el jugo de naranja con fresas, la madera y tu aroma, mis labios secos y mi saliva.
Haces que sienta que cuando respiro todo fluye con el universo, haces que mi cabello se sienta como medusa y que las piedras que están enfrente de mí sean personas. Haces que mi piel sea como lumbre azul. Haces que mis movimientos sean lentos y circulares.
Haces que deje de pensar en que necesito escribir esto, haces que deje de justificar de letra que no tiene palabra.


Trate de escribir lo que decía y no pude.

5 comentarios:

David Navarro dijo...

...

saludos

Alex dijo...

simon hermana! las drogas son lo maximo, jajaja. Desde aqui buena vibra.

Sonia Ló dijo...

alex, no querido no hablo de drogas
pero sí, son la onda :)

Alberto dijo...

Me han dado ganas de que yo salga y verme desde lo lejos, contemplarme, como lo has hecho. Seguire leyendote, y espero que tu letras sigan injiriendo, si, que sigan injiriendo en mi pensamiento.

Viviana Nevárez dijo...

Hola Sonia, hahaha no sabía que conocías a Héctor rodriguez, y yo desde cuando tratando de localizarte por aquello de las copias de F. Lee.

En fin, ahora que no te buscaba, te encontre. Jejeje, por cierto me gusto esta entrada.

Nos vemos :)