martes, 5 de octubre de 2010

Sentencia de dualidad.

Azafrán.
Hablare de ti como le hablo a mi madre, a mi mejor amiga, a mi prima favorita, a la hermana que no tengo, a la amante a quien nunca he amado, a la confidente que nunca he tenido, te hablare como le hablaría al ser que mas me llama y me altera.
Te hablare así por que de otra forma no puedo, te apareces en mi pensamiento (más frecuentemente ahora que ayer) en mi espíritu que divagando se encuentra con tu sueño y a toda mi carne que no se basta.

Pero tú, tú háblame;
 llámame Ricardo.

No hay comentarios.: