martes, 29 de mayo de 2018

Pautas para relacionarse con los seres alternos.*




Premisa: Me hago responsable de mis decisiones, de mis actos y sentimientos.
Siempre he dicho las cosas como las miro, las expreso con pocas personas y elijo con cuidado con quien externo en serio mis ideas; eso comparto con los otros, pues cuando los escucho me hace sentir que de igual manera se comparten. Es el único parámetro que tengo y es por ello que no se me ocurre la idea de que con quien intento compartir la vida, no me tenga algún grado de consideración; la estima supongo, tiene también sus matices.
Me parece absurdo, que pueda hablar alguien de todas las cosas con otro ser –alterno- y que realmente no se consideren como para conocerse, que nunca lean entre reglones, que no quieran adivinarse, o que en realidad las cosas de las se hablen en el proceso no tengan importancia.
Tal vez si, queda en un monologo, tal vez porque no me doy a entender o porque no se da esa comprensión. Muy irónico cuando de lo único que hablo es que somos espejos.
Mí reflejo es el siguiente: al invitarme a tenerte confianza, no puede ser solamente  unilateral. Tal vez sea algo que en mi exclusivo caso, es lo único que poseo que vale la pena y que ofrezco a los demás que pienso que también lo valen, cosa que en muchas ocasiones, fallo, no sé realmente a quien le otorgo esa confianza de expresarme libremente, de ser quien soy sin sentirme juzgada o atacada porque si mi memoria no me hace errar,  no he juzgado acusadoramente, en ningún momento a nadie, a pesar de la opinión seguramente mal fundamentada que pueda tener de la vida de alguien más, igual de invalida que la misma acción. Observo, sin embargo que esto no impide a los otros juzgarme solo en su medida, en su regla, siendo el tipo de conductas que me hacen sentir herida. Es como si no me conocieran, o no tuvieran idea de quién soy. Me ofende pasar experiencias con otros seres para darme cuenta que son genéricos. Comprendo aun así, que son parte de mi vida, esa es la importancia que les doy, lo crean o no; confíen en mi o no, intento lo más posible ser coherente con mis ideas y actos. No les dejare de pensar, ni de apreciar, ni dejare de permitirme compartir la vida. Pero he determinado que no permitiré que me hieran. Anulare,  porque no me siento culpable ser quien que soy, es lo mejor que me ha pasado.
Sin embargo comprendo también que lo que los demás consideran amistad no es en los mismos términos que yo, que los otros me brindan,  en lo que pueden o desean otorgar, no he pedido tampoco una atención, privilegio o preferencia. Me parece ilógico, -pienso“así es él/ella, me puede dejar de hablar o alejarse o apartarse cuando quiera, es su vida-  que los demás se pongan  a pensar del mismo modo  de mí como con todos los demás que los hieren, a esas personas no les brindo mi afecto o comprensión, y termino experimentado la sensación de hastió, por groserías, por juzgarme de una manera tan limitante, como si me compararan con alguien más o si tuviera que deberles algo, me parece que es no tener la mínima cortesía o respeto por todo lo comparto al expresarme, al ofrecer y tener confianza. A mi sinceramente no me importan esas convencionalidades, ni si nos usamos, gustamos o qué sienten al estar conmigo.
aplicable en todos los términos de mi existencia, salvo los casos en que determine y en que no me imponga nadie, tengo mi autonomía y no considero que no es una prohibición visible tener varias parejas o estar con quien yo quiera, con la etiqueta o formas de relación, cualesquiera que se llamen, soy muy cínica y sincera como para no decirlo.
Reconozco que me emocionó mucho cuando hablo con los demás que me parecen atractivas intelectualmente es lo que me genera confianza querer hablar de todo, incluso el platicarte de otras personas o lugares o qué se yo.
La verdad es que pregunto porque vergas voy, o vas a sentirte ofendido por mí. Vivo mi vida como se me da la gana y no se la ando justificando a nadie, me he percatado de mi patrón de daño y actuó sobre de ello con esto, con no permitir interactuar con aquellos que no me consideran en relación a todo lo que escribí, según estas pautas, que no deseo que sean parámetros, pero las establezco como una herramienta para sanar lo quebrado y feo que tengo dentro, que sigue en proceso de recuperación, que sigo intentando con fuerza porque todo parece una imposición, porque siempre me retengo como si fuera imposible demostrarle a todos quien soy por miedo a ofenderlos con mi ser, esa culpabilidad me deja un dolor horrible en mi hombro todos los días, que incluso escribiendo sobre de esto me punza y me genera esa impaciencia, no soy responsable más que de mí, esa es mi vida y medida, no me encierro en sentirme mal, es una maldita sentencia de muerte: no me voy a permitir personas a mi alrededor que me hagan daño o me hagan enfadar, es lo segundo que me impide después de mí.
En primer momento parece sencillo ignorar el comportamiento que afecta, pues en realidad no se auto-atribuye, por eso es difícil notarlo. En un segundo momento las ansias por comprender, al grado de sentir una molestia que inquieta. Se analiza exactamente qué provocaba esa molestia, a la que le corresponderá una reacción, y será así porque generalmente es por sentirse atacado por una conducta, no sin fundamento. Hay un tercer momento, realizas que la violencia se produce por un desencadenamiento de actitudes y conductas propias y de los seres alternos, porque somos espejos. El reflejo te dirá quién eres y lo que le estas dando al otro ser que eres tú.

Seguramente será  también una decisión establecer una interacción alrededor de mi ser –alterno-, tampoco eso me interesa.  Son pocos que comprenden lo que digo, lo que muestro, con esos está bien para ser real, si prefieren los demás también decidir no compartirse, será esa es su responsabilidad.


*Publicado en el mi tercer zine :)

No hay comentarios.: