sábado, 24 de abril de 2010

De ellos.

Te brillan los ojos, te lloran,
te arden y te ardes en ellos.
Te sudan los ojos, te pestañean,
se te adormecen, te enloquecen tus ojos.
Mis ojos solo te miran,
mis ojos no pueden desnudarte,
besarte, abrazarte;
no te pueden dar nada.
Tus ojos me dicen,
tus ojos de hombre, de mujer,
de andrógino.
Tus ojos sin nombre, con nombre,
muertos, vivos, reencarnados.
Tus ojos de mercurio, de felino,
de sin-color, de arena.
Tus ojos que nunca serán míos,
que son míos, para mí y de otros.