El Lejano Oriente II. Zen para gatos y para ti también.
Por: Sonia López M.
Buda es un reconocido personaje de la cultura popular, que ves en establecimientos de comida oriental como una figura redonda en posición de loto, es decir, con las piernas cruzadas en el suelo, es por esa postura que lo reconocemos, sonriente, como saludando a todos.
Tampoco es un invento chino, expresión hoy día racialmente incorrecta de señalar, pero debemos de reconocer que nos gusta, por la idea de que se entiende, como una situación que parece imposible o poco probable, como que Buda existió múltiples veces. Nos gustó esa sensación que representaba el Buda que conocemos, figura regordeta amable a primer ver, y es la persona que imaginamos cuando alguien habla de este concepto.
Fue Siddhārtha Gautama, uno de los muchos que son Buda, quien dejó a sus discípulos por medio de la oración múltiples veces repetida y que sonaba como canto: sus ‘Cuatro Nobles Verdades’. Este Buda fue un personaje histórico que quienes quisieron desarrollar su enseñanza lo convirtieron en personaje legendario, por ello es que la versión de los Buda suele ser tan distorsionada, ya que son varias las interpretaciones de una sola acción de enseñanzas.
De estas prácticas / enseñanzas, entre posiciones extrañas, textos místicos, poemas de difícil comprensión o koan, se desarrollaron diferentes escuelas de Budismo, es decir, de las enseñanzas de Buda, una será el Zen japonés que tiene origen en el budismo chino pues la palabra es una abreviación de zenna que es la pronunciación japonesa de la palabra china 禪那 (chánnà), que a su vez proviene de la palabra sánscrita dhyāna, que significa ‘meditación’. Un maestro japonés llamado Daisetsu Teitaro Suzuki iguala el dhyāna con el zazen en chino 坐禅 zuòchán, que significa ‘meditación sentado’ (Suzuki, 1934)
Los gatos todo el tiempo parecen meditar en posición de Loto. Resulta que al rezar, cantar, orar o gritar generalmente despejamos la parte torácica para respirar mejor y hacer cualquiera de estas actividades, te acomodas derecho y respiras profundo, se siente bien, similar a como se sientan los gatos en sus cuatro patas y su pecho está completamente al descubierto. A Buda le gustaba hacer esta posición de Loto porque le permite realizar su yoga transmitiendo sus enseñanzas, como un gato sentado maullando.
Tal vez los gatos nos están platicando los misterios del universo y nosotros que no sabemos maullar no les entendemos.
La cultura popular nos permite tener referencias de Oriente, sobre todo desde la gastronomía, entre restaurantes de comida china, el sushi o ramen, y últimamente a través del anime y artistas con apariencia andrógina super atractiva físicamente; en realidad la cultura oriental se popularizó por la llamada New Age, después de mediados del siglo XX, en esta nueva era se pusieron de “moda” las experiencias alternativas, no solo con el uso doméstico de enervantes, también con las enseñanzas o teorías que invitaban a la liberación, al relajamiento e iluminación de la espiritualidad bajo otros parámetros, no del todo religiosos. Es en la década de los 60’s que muchos se inspiraron en esos conocimientos antiquísimos y se sobrepoló de interpretaciones de las teorías filosóficas orientales, las artes marciales y la búsqueda del estado nirvánico, liberación del karma y alineación de los chakras. Pero es casi cuarenta años después que Henry Beard, quien confiesa no saber nada acerca del Zen, decide hacer una parodia a manera de resumen de estas enseñanzas, pues además es un autor de más de treinta libros humorísticos de temas variados entre ellos “Francés para gatos”.
‘Zen for cats’ estará inspirado en esas referencias culturales de oriente que se popularizaron y con las cuales logra hacer comparaciones con el comportamiento típico de un gato. El texto primero empieza a hablar del Ching o El Libro de los Cambios, que como tal el libro habla de la naturaleza dual del universo, pero que por ejemplo aquí Henry explica la idea de esta naturaleza en la forma de percibir lo lleno y lo vacío, a través de la forma en que un gato puede ver el plato de comida y la distribución de las croquetas en él.
Es así que Zen para Gatos se divide en varios pequeños textos e ilustraciones que se dedican a interpretar con humor y espontaneidad similitudes de la actitud de un felino con las características de las teorías filosóficas orientales.
Otra referencias que podemos encontrar, serían las enseñanzas del Tao, un poema épico, el autor reemplaza la palabra Tao por Miao, haciendo simbólica la comparación entre la simpleza de la vida con el comportamiento felino. También Henry adaptará las enseñanzas de Buda y “sus principios”, pero es en este segmento del libro donde el ilustrador nos muestra la figura regordeta tipo Botero -buscarlo en imágenes de Google- que conocemos como Buda, y sobre su regazo un gato disfrutando de su sentido de ser, y otras ilustraciones de las posiciones comunes que podemos admirar de un gato. A su vez se encuentran referencias a los Diez Preceptos tomados de la filosofía Zen para evadir las malas costumbres, pero en este caso uno de los preceptos será que el gato no debe beber agua de la taza del baño cuando los humanos estamos presentes. Así mismo encontramos las posiciones del yoga en nombres de versiones gatunas, o las diferentes posiciones de las artes marciales en ejemplos de las posiciones comunes en los gatos.
Parece simple, pero Zen para Gatos es un manual básico de la Filosofía Oriental, que como se mencionó antes, simula o se simplifica en el comportamiento de nuestros compañeros gatunos. En particular el estímulo que estos seres provocan van desde la admiración hasta el asombro y muchas veces a la estimulación de sentimientos, que quienes se relacionan con estas filosofías pueden asumir que por lo tanto, los gatos son expertos maestros Zen.
En general Zen para Gatos nos estimula a partir de las imágenes que ilustran los ejemplos que el autor escribe con humor, pero las ilustraciones resultan versiones menos cliché y más hiperrealistas tipo “close up” de Bob Esponja cuando no está en el mar, y esto por supuesto vuelve al libro más atractivo, el ilustrador es Ron Barrett y es de alguna manera influencia de ‘Lluvia de Albóndigas’, la película animada.
Les debemos sin duda a Los Gatos los mejores memes y el poder tomar con humor ciertas características que son más bien caprichos animales propios de la especie, les admiramos por su puesto su personalidad desafiante y les envidiamos su vida cómoda al ser cuidado por humanos.
En esta ocasión Henry Beard nos permite obtener una ilustrativa presentación de la filosofía Oriental tanto para niños como adultos, son impresionantes las similitudes que se obtienen al prestar un poco de atención a estas ilustraciones y observar cómo disfrutan del ocio nuestras compañías peludas. En otras entregas de esta línea de artículos podemos platicar más acerca del karma y del nirvana, pero tal vez le puedas ir preguntando al gato.
Fuentes:
Las enseñanzas de Buda, 1989
Zen for Cats, Henry Beard 1997
Iniciación al Budismo Zen, D.T Suzuki, 1934
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